El escudo de Honduras fue creado por el Decreto Legislativo del 3 de
octubre de 1825, siendo Jefe de Estado Dionisio de Herrera, está
compuesto por símbolos alusivos a su territorio, historia y la variedad
de recursos naturales que posee el país. Fue modificado por el Decreto
Legislativo No. 7, del 16 de febrero de 1866 (que creó la actual Bandera
de Honduras), publicado en el Boletín Legislativo (de Comayagua) No. 4
del 6 de marzo del mismo año, siendo Presidente de la República don José
María Medina. El gorro frigio con luces, que aparecía hasta entonces debajo del arcoiris y encima del volcán que está entre los dos castillos, fue sustituido por un sol poniente.
En su parte superior figuran una aljaba llena de flechas, que
simboliza a la población indígena del país, la vida guerrera de los
indios y mantiene vivo el recuerdo inmarcesible del cacique Lempira, y
dos cuernos de la abundancia, que contienen frutas y flores, los cuales
están unidos por un fuerte lazo y penden de la aljaba, simbolizando la
riqueza vegetal de Honduras. En la parte central, de forma ovalada,
aparecen representados bajo un cielo azul y sobre el agua del mar, una
pirámide (formando un triángulo equilátero) y dos castillos sobre los
que figura el arco iris, el cual simboliza la paz, la unión de la
familia hondureña y la elevación de ideales. El triángulo significa la
perfecta igualdad de todos los hondureños ante la ley; todos gozan de
los mismos derechos y que todos tienen las mismas obligaciones; los
castillos, uno en las costas
del Mar Caribe y otro en las del Golfo de Fonseca (en el Océano
Pacífico), significan los baluartes en los que se puso a prueba el valor
indomable de la raza aborigen, ante cuyos muros se estrelló muchas
veces la furia del conquistador español. El volcán situado entre los dos
castillos, es el recuerdo constante de que él perteneció al grupo de
los cinco volcanes que figuraron en la base del triángulo equilátero del
Escudo Federal de las Provincias Unidas del Centro de América. El sol
naciente, debajo del arco iris, esparce luz e ilumina el horizonte
haciendo resaltar la hermosura del país. Simboliza la libertad, el amor a
la patria y la esperanza virtudes por las cuales cayó Lempira bajo el
plomo traidor de los conquistadores, para pasar a los espacios infinitos
de la inmortalidad, dejando como recuerdo imperecedero la enhiesta
cumbre del Coyocutena.
El terreno sobre el cual está ubicado el triángulo equilátero, se figura bañado por los
océanos Atlántico y Pacífico que simbolizan la ruta que siguió
Cristóbal Colón para llegar a esta tierra en 1502. El óvalo simboliza el
receptáculo en donde ha de guardarse el recuerdo de la fecha de
emancipación política, con esta leyenda escrita en letras de oro en la
bordura blanca que rodea al óvalo: República de Honduras, libre,
soberana e independiente. 15 de septiembre de 1821; los tres árboles que
están a cada lado del escudo (de roble a la derecha y pino, el árbol
nacional, a la izquierda) significan los recursos naturales del país,
pues en las selvas y montañas hay abundancia de madera preciosa, de
mérito y valor. La cordillera de montañas que constituye la base en la
que descansa el óvalo significa que el territorio es montañoso con una
gran variedad de clima. Las minas y herramientas de mineros son indicio
de que Honduras conserva en sus entrañas riquezas maravillosas de oro y
plata, que al ser debidamente explotadas con auxilio de la técnica
moderna, el país sería rico y feliz. Las herramientas son el reclamo
constante que la patria hace a sus hijos invitándoles al trabajo para formar la conciencia nacional en el yunque del honor.
Hasta el momento de su independencia, como
todas las colonias españolas, en Honduras se usó el escudo de armas de
los reyes de España (no existió escudo nacional español hasta 1868).
Dionisio de Herrera, como el jefe del estado de Honduras, decretó la
creación de un escudo nacional el 3 de octubre de 1825. El escudo junto a
los símbolos de carácter histórico, incorpora elementos que representan
los recursos naturales del país que deben ser objeto de preservación.
La descripción y los usos del escudo hondureño aparecen regulados
en el decreto número 16 y en el artículo 142 dictados por el Congreso
Nacional el 10 de enero de 1935.
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